La disciplina positiva se diferencia de la convencional en que es efectiva a largo plazo. La idea principal gira en torno a la idea de formar a los padres para poder educar adecuadamente a sus hijos, siempre desde el respeto mutuo y la colaboración como fundamento de la relación entre padres e hijos.
Algunas herramientas básicas son: amabilidad y firmeza; conectar emocionalmente, es decir, con cariño mantenerse firme en una postura; reuniones familiares donde debatir los temas que van surgiendo y la forma en encarar las soluciones; preguntar en vez de dar órdenes, favorece que el niño vaya teniendo iniciativa en sus responsabilidades; confiar en el niño, ya que le ayuda a creer en sí mismo; a la vez que le hace responsabilizarse por las consecuencias de sus elecciones.
No es fácil ser padres, se hace lo mejor que se puede y aún así, a veces nos pasamos de un lado o de otro. ¿Tal vez somos demasiado exigentes o inflexibles? ¿O quizás somos demasiado blandos, incoherentes con los límites y normas que intentamos transmitir? Es importante que el niño sepa a que atenerse, que consecuencias tendrán sus actos, para ello es preciso ser constantes y coherentes, todo ello con cariño y respeto hacia sus necesidades. ¿Acaso el niño es muy activo y necesita descargar energía? Entonces es necesario ver que actividad le resulta más provechosa, esto lo hará sentirse más relajado y con mayor autoestima. ¿Acaso la timidez le impide relacionarse adecuadamente? Tenemos que valorarlo y reforzarle todo lo bueno, ayudarle a expresar sus necesidades.
En fin, cada niño es único y cada familia también. Algo ocurre en nuestra relación materno/paterno-filial para que muestre este mal comportamiento con nosotros. Pequeños cambios pueden ayudar a disminuir la tensión creada en casa y favorecer el buen comportamiento del niño.
Podemos ayudarte a conseguir una relación más fluida, un espacio donde el niño sea más fácil de manejar, siempre atendiendo a sus necesidades personales y afectivas, lo cual promoverá que prosiga el desarrollo emocional adecuado a su edad, a la vez que la familia como grupo funcione mejor y haya un mejor ambiente en casa.
MARIA PILAR FUENTE
PSICÓLOGA