Existen varios tipos de estilos educativos que llevan a tener resultados diferentes en la educación de los hijos. Naturalmente hay circunstancias en el entorno que van más allá del ámbito reducido del núcleo familiar y que también afecta al comportamiento de los pequeños: escuela, familia extensa o circunstancias ambientales y socioeconómicas. Ej. crisis económica, pandemia, etc.
Los estilos educativos por parte de los padres, como el permisivo-sobreprotector y el autoritario-punitivo, influyen en la aparición de psicopatologías en sus hijos, como pueden ser la ansiedad, la depresión, las alteraciones en el comportamiento, el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) o los trastornos de la conducta alimentaria. El estilo permisivo se asocia más con trastornos de ansiedad y depresivos para los niños. Si los padres sufren ansiedad, es normal que eviten que a sus hijos les pase algo y, por lo tanto, favorezcan la aparición de ansiedad o evitación de situaciones potencialmente peligrosas.
El estilo autoritario en la actualidad es poco común, siendo más habitual el denominado inconsistente o pseudoautoritario, que suele contribuir a la aparición de conductas desafiantes, porque reciben permanentemente amenazas que después no se cumplen.
El estilo educativo asertivo puede proteger a los niños de la aparición de las psicopatologías más prevalentes. Los padres asertivos mantienen su jerarquía y han dicho a sus hijos claramente qué pueden y qué no pueden hacer. En esos hogares, a la vez, los hijos pueden transmitir sus puntos de vista y saben que se les escucha. Los padres mantienen siempre la autoridad dentro de la familia, pero sin caer en el autoritarismo ni en el permisivismo.
También es muy importante valorar posibles diferencias de estilos educativos entre el padre y la madre, porque el desacuerdo genera estrés y reduce la eficacia de las medidas educativas en los hijos, así como la relación entre ambos progenitores, ya que tiene efecto que el niño piense que sus padres no se quieren, o que haya mal ambiente en casa.
A veces los estilos educativos de repiten de generación en generación, o al contrario, tal vez se busque practicar algo diferente al método de los propios padres, pasándose a veces a los extremos. En la moderación está el equilibrio. A veces son los papás los que necesitan reparar heridas de su historia para poder estar más presentes y con mayor sostén para sus hijos, con una disciplina amorosa.
¿Qué clase de padre-madre eres? ¿Puedes manejar tu familia en equilibrio o tal vez las tensiones mantienen un desequilibrio familiar? ¿Qué necesitáis reparar?
María Pilar Fuente Psicóloga Coleg G4034
Centros Sanitarios: Boiro C-15-003650 y Ribeira c-15-004977
Terapia Familiar Sistémica. Clínico EMDR