No es fácil ser adolescente y menos aún estar confinado durante semanas. Si ya en sí es una época vital que despierta desasosiego, inquietudes, cambios vitales extremos, ¿de qué forma afecta la pandemia del coronavirus? Es que la crisis que estamos viviendo abunda y mucho en esta preocupación. ¿Qué será de sus estudios, de sus exámenes, de sus trabajos, de sus actividades, de sus relaciones? Esta situación de ausencia de certezas puede llevarlos a replegarse todavía más entre ellos y en sí mismos, como una forma de volver sobre un mundo seguro, que conocen, de risas repetitivas, memes, bailes, imágenes y ficciones.
Por suerte contamos con las nuevas tecnologías para facilitar las comunicaciones. En este momento de confinamiento están resultando esenciales y casi son cuestión de supervivencia, sobre todo entre los más jóvenes que necesitan estar en contacto con sus amigos e intercambiar vivencias y sentimientos, actividades y planes de estudios. Un buen uso de estos canales de comunicación son adecuados para promover y compartir recursos entre la población, por supuesto siempre bajo la supervisión de los adultos.
Otra cosa que está sucediendo en esta crisis es que se acentúan todos los comportamientos del ser humano, para bien y para mal. En cuanto a las redes sociales proliferan cantidad de bulos, contactos peligrosos, ventas ilegales, noticias alarmistas, personajes sin escrúpulos tratando de engañar a los jóvenes y poder a través del engaño aprovecharse de la situación delicada que estamos viviendo. Es necesario ser prudente y acceder a fuentes oficiales, contrastadas, de prestigio, contactar con personas de confianza, con conocidos de antes de la crisis, atender a consejos saludables para sobrellevar lo mejor posible el confinamiento.
Y sobre todo es un buen momento para estrechar lazos con la familia, ahora hay tiempo, todas las actividades están ralentizadas, incluso puede aparecer el aburrimiento, lo cual es una ocasión estupenda para aprovechar y compartir charlas, juegos, anécdotas, visionado de películas, lecturas… cualquier cosa que haga disfrutar del tiempo de encierro involuntario para protegernos del COVID-19.
En cuanto a los estudios, actualmente nadie sabe a ciencia cierta que va a ser del curso actual, pero eso no quiere decir que haya que abandonarlos. Es positivo seguir un ritmo de estudio, asistir a las clases telemáticas y hacer las tareas, trabajos o actividades correspondientes. En cualquier momento se reanudará la actividad lectiva y lo hecho hecho está, siempre va a dar opción a tener mejores resultados sea cual sea la resolución final del curso.
Siempre hay que mantener la esperanza y seguir con el ánimo alto, los estudios siguen, la vida sigue, los amigos siguen ahí, la vida está por delante. Sólo que ahora tenemos que hacer un esfuerzo conjunto para salir cuanto antes de esta situación.
Adjunto agenda de cuidados básicos publicada por Colexio Oficial de Psicólogos de Galicia. ¡¡¡Ánimo chic@s, lo estáis haciendo muy bien!!!
MARIA PILAR FUENTE
PISCÓLOGA SANITARIA NRS. C-15-03566 y C-15-003650