Desgraciadamente, el Coronavirus está expandiéndose masivamente este otoño. Es verdad que los cambios climáticos, la llegada del frío, la humedad, las diferencias térmicas, tienen sus consecuencias, es tiempo de resfriados y gripes. Pero este otoño la cosa va más allá, el Covid-19 se extiende masivamente, con todas las consecuencias sanitarias y sociales que conlleva.
Otra vez estamos sufriendo una nueva oleada, no solo de infección sanitaria, sino de temor y crisis económica; la mayoría de las personas necesitamos trabajar para poder llevar nuestras vidas adelante, sin salud no hay economía, pero sin economía tampoco hay salud. Empieza a aparecer la preocupación, la ansiedad, el insomnio, la depresión, problemas familiares, tensiones en la pareja, crispación en las relaciones sociales. La situación excepcional que estamos viviendo a nivel mundial no es para menos, nadie remotamente podía sospechar que un virus pudiese poner al planeta entero en jaque. Aunque es verdad que en la historia de la humanidad ha habido otras plagas y pandemias masivas y finalmente el ser humano como especie hemos sobrevivido ampliamente, pero sin lugar a dudas no deja de ser una crisis muy importante a nivel mundial.
Tanto es así que puede ayudar a replantearnos nuestro modo de vida. De hecho con la potenciación del teletrabajo está habiendo población que se está trasladando de las ciudades hacia el campo para poder llevar un ritmo de vida más saludable; así que este refrán de que no hay mal que por bien no venga también tiene aquí su hueco. Es triste y lamentable que haya tantos puestos de trabajo en juego, es un desastre social lo que nos está dejando la pandemia. Pero incluso ante la adversidad podemos extraer algún aprendizaje, en realidad siempre podemos quitar lo bueno de lo malo, siendo positivos. Por tanto y mientras estamos en lo malo, tal vez nos conviene preguntarnos qué podríamos hacer para poner nuestro granito de arena en mejorar la grave situación por la que estamos atravesando. Es verdad que no podemos realizar imposibles, no se trata de recurrir a remedios mágicos e ilusorios, sino pequeñas cosas que podemos hacer en el día a día.
Los pequeños actos conducen a grandes logros; desde este planteamiento cada quien puede hacer algo para tratar de hacer más corta, llevadera, saludable, toda la situación pandemia que estamos sufriendo. Sin duda, uno de los pasos más importantes es respetar las indicaciones que nos va facilitando desde los diversos Medios e Instituciones; no es fácil privarse de derechos y libertades por otra parte tan necesarios para el equilibrio mental, pero para salir cuando antes de la situación y volver a manejarnos en los parámetros de antes, vale la pena el esfuerzo. Juntos, poniendo cada uno su granito de arena, es posible.
Para quienes se les hace muy cuesta arriba la situación, su equilibrio emocional está tambaleándose, ven reagudizados sus malestares psicológicos, sus crisis personales o familiares, siempre pueden contar con el apoyo de una psicoterapia de calidad, un espacio donde comprenderse, buscar alternativas adecuadas a sus necesidades, abrir opciones vitales, encontrar nuevas alternativas; en fin, volver a encontrar la paz y el bienestar, ahora en juego.
Mª PILAR FUENTE.- TERAPEUTA FAMILIAR SISTÉMICA. TERAPEUTA EMDR.
PSICÓLOGA PRESENCIAL Y ONLINE
REG SANITARIO C-15-03566 y C-15-003650