Fecha celebrada internacionalmente donde mujeres de todos los continentes se unen en la lucha por la justicia, la igualdad, la paz y el desarrollo; fue instaurada a finales del siglo XIX dentro del mundo industrializado, coincidiendo con un período de expansión y turbulencia. La Carta de las Naciones Unidas, firmada en 1945, fue el primer acuerdo internacional para afirmar el principio de igualdad entre mujeres y hombres.
Este es un buen día para reflexionar sobre los logros alcanzados, promover más cambios y celebrar que se ha puesto de moda algo tan básico como el derecho a que todos los seres humanos reciban el mismo trato. El acoso sexual, la violencia y la discriminación han acaparado los titulares y el discurso público, con una creciente determinación a favor del cambio.
El logro de la igualdad de género requiere de innovaciones sociales que funcionen tanto para hombres como para mujeres y que no dejen a nadie atrás. Es necesario transformar el impulso en acción, empoderar a las mujeres en todos los contextos y agradecer profundamente a las activistas que sin descanso defienden los derechos de las mujeres, no para tener más derechos que los hombres, no, simplemente para tener los mismos, y que la sociedad se convierta en un lugar más pacífico y pleno para las madres, hijas, hermanas… de todos los hombres. Somos todos uno.
Sabemos lo difíciles que resultan los cambios sociales, requieren de tiempo, pero son posibles si todos nos vamos movilizando hacia posiciones más sanas y equilibradas hacia los demás seres humanos, independientemente del género. Cada paso hacia un mundo mejor siempre es positivo.
MARIA PILAR FUENTE
PSICÓLOGA