Malestar que afecta a un número importante de la población, consistente en una tristeza profunda, sentimientos de desesperanza, devaluación de la autoestima, pensamientos negativos recurrentes, baja energía física y psicológica, que tambien produce cambios a nivel comportamental como pueden ser alteraciones en la ingesta, dejación en las actividades cotidianas, tanto lúdicas como de compromiso personal o laboral, o desinterés en las relaciones personales.
La persona no ve salida de ese hoyo en el que se encuentra sumida, no sabe de donde viene el malestar ni como puede hacer para mejorar su ánimo. Las personas de su entorno, con toda su buena intención pero equivocadamente, tratan de animar, decir que ya pasará, que no es para tanto… lo que hace sentir todavía peor a la persona, ya que no se siente comprendida, ni respetada o valorada, porque esto no le pasa por capricho, no es algo que eligiese, ni depende de su fuerza de voluntad.
Todo ello hace que cada vez sea más difícil sobrellevar la situación, y paulatinamente se va empeorando, llegando incluso a aparecer ideas suicidas cuando el dolor es importante y no se encuentra salida; éste es un momento crítico. Por otro lado, hay personas que se resignan y soportan la situación sobreviviendo mala o muy malamente durante años y años, sufriendo ellos y las personas de su alrededor.
Es importante recurrir a un profesional, es necesario a volver a retomar las riendas de la propia vida, recuperar la ilusión, volver a sentirse activo y fomentar las relaciones personales. Todo ello puede conseguirse con una buena psicoterapia, en un entorno seguro donde poder buscar la raiz del malestar para ponerle solución, con profesionales acreditados. Podemos ayudarte.
MARIA PILAR FUENTE
PSICÓLOGA.