Las tres características que todo psicoterapeuta debería tener a la hora de relacionarse con un paciente son empatía, aceptación incondicional y autenticidad. Más allá de las técnicas psicológicas que se apliquen y del método que se siga, la psicoterapia siempre implica una relación profunda con otra persona, un vínculo que tiene un poder sanador en sí mismo. De hecho, a lo largo de los últimos años se han realizado numerosos estudios cuyo objetivo era evaluar la eficacia de los diferentes enfoques psicoterapéuticos y la mayoría de ellos han llegado a la conclusión de que gran parte del poder sanador de la psicoterapia radica en el vínculo que el psicólogo establece con el paciente.
La psicoterapia constituye una segunda oportunidad de establecer un vínculo sano con una persona de referencia en nuestra vida, supone por lo tanto una oportunidad de aprender a valorarnos y a sentirnos seguros en el mundo. A través del vínculo con nuestro psicoterapeuta sanamos de alguna forma los vínculos que no se han establecido de manera adecuada en el pasado. El vínculo entre psicoterapeuta y paciente, constituye por lo tanto, una experiencia emocional correctiva, tal y cómo propuso Alexander, es decir, “una forma de estar con el otro” que es en sí misma reparadora a nivel emocional; se trata de un nuevo modo de concebir y hacer psicoterapia basado en la relación, donde el vínculo cumple una función fundamental y donde a través de un marco terapéutico sólido, protector, estable, no amenazante y de respeto, el terapeuta acompaña y propicia el establecimiento de dicho vínculo con el objetivo de lograr en el paciente un cambio a nivel emocional profundo.
La psicoterapia es una nueva oportunidad para reparar el apego dañado. En consulta es habitual comprobar que en función de cómo fue cuidada una persona a lo largo de su infancia, ésta almacenará información muy importante acerca de cómo deberá cuidarse a lo largo de su vida adulta, es decir, de lo que debe hacer para mantenerse vivo, sano y feliz. En ocasiones, a causa de posibles experiencias de negligencia o de desatención por parte de sus cuidadores principales en la infancia (normalmente sus progenitores), muchos adultos no tienen referencias de calidad sobre cómo deben ser cuidados realmente y eso les lleva a comportarse de una forma autodestructiva en la edad adulta. Es la ocasión de aprender nuevas formas de relacionarse más sanas, aprender una adecuada gestión emocional, bajada de defensas, establecimiento de límites sanos, o expresión de opiniones diversas siempre dentro de un contexto de respeto mutuo, lo que viene siendo el desarrollo de un apego seguro.
Es necesario que se den varias circunstancias para que la terapia llegue a buen puerto, ya que aparte de la empatía, hace falta aceptación incondicional y autenticidad. Esto no significa que todo vale, sino se que se aceptan las ideas y planteamientos del paciente porque siempre tuvo sus motivos para pensar, sentir, o actuar como lo hace. Sólo que ahora vamos a abrir el abanico y vamos a ver otras posibilidades que antes no eran tenidas en cuenta, simplemente al ir repitiendo patrones aprendidos a lo largo de los años, especialmente en la infancia. Por eso no enjuiciamos, ni criticamos, sino que tratamos de hacer que el paciente se comprenda, vea los errores que comete y como sin darse cuenta se perjudica a sí mismo. La psicoterapia es un trabajo de acompañamiento en el desarrollo personal de un ser humano. Ello es posible si además existe sintonía entre terapeuta y paciente, no todas las personas somos compatibles, por lo tanto, cada quien debe buscar el terapeuta con quien se sienta a gusto.
A través del proceso psicoterapéutico, la persona puede aprender a ver el mundo, a los demás y a sí mismo con otros ojos. Se plantea una nueva oportunidad de vida, un nuevo enfoque, una reestructuración general, es liberarse de ideas preconcebidas, sanar traumas, desprenderse de culpas que no conducen a ninguna parte. En fin, es salud, es una nueva forma de vida. ¿A qué esperas para dar ese paso adelante en tu vida?
Mª PILAR FUENTE.- TERAPEUTA FAMILIAR SISTÉMICA. CLÍNICO EMDR.
PSICÓLOGA PRESENCIAL Y ONLINE
REG SANITARIO C-15-03566 y C-15-003650